Hace dos días San Sebastián celebraba su
día grande, con tambores, cocineros, música y calles repletas… Y lluvia! Mucha lluvia!
Pero San Sebastián es una ciudad a
la que la lluvia, el agua, los charcos, solo consiguen hacerla más bonita, si
cabe, por eso le dedico hoy mi Wednesday Indulgence. Porque un miércoles lluvioso como hoy me daría un respiro por allí. De hecho no es la primera
vez que escribo sobre ella aquí.
Que tengáis un gran miércoles, aunque sea bajo la lluvia!
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