Alguna de las visitas a bodegas que hemos hecho últimamente, me han recordado aquello que se nos enseñaba en la Escuela de Arquitectura cuando empezábamos a descubrir y desarrollar Proyectos (algo que nunca han hecho otros profesionales con los que se nos quiere equiparar a los arquitectos, con la Nueva Ley de Servicios Profesionales- no podía no nombrarlo), sobre los espacios a los que “llegar”, los espacios de “estar- relacionarse” los espacios “de paso”, etc.
Sala de catas de la Bodega- Hotel de Rioja, Finca los Arandinos |
Y es que los proyectos de grandes bodegas que, desde la concepción de su idea han sido proyectadas, no solo como centro de elaboración y conservación del vino, sino como verdaderos focos de enoturismo, sorprende la poca importancia que se da en ellos al espacio destinado precisamente al descubrimiento del mayor valor que deben atesorar, sus vinos.
La excepcional sala de catas de Bodegas Irius en Somontano, donde el blanco impoluto y continuo del Corian con que se construyó destaca como un fondo tecnológico y funcional.
La sala de catas de bodegas Baigorri, a una escala mucho menor, acogedora y recogida, dentro del tamaño imponente del resto de la edificación, con el telón de fondo de un ventanal a la Sierra Cantabria.
Baigorri: Sala de catas: “Porque la cultura enológica debe ser un Patrimonio compartido, la bodega pone a disposición esta sala, adaptada para cursos y catas profesionales. Foro de discusión, de avance, … de ciencia”.
El mirador sobre el impresionante viñedo de Bodegas Ysios, y la geometría que domina toda la edificación.
También hay bodegas en las que el encanto del lugar, el aroma de sus barricas, y el sencillo ambiente que rodea la cata, hacen innecesarias instalaciones más costosas y grandes emplazamientos:
Bodegas Santalba ofrece una cata íntima y familiar en la terraza de su comedor con vistas a la Rioja Alta, la Granja de Remelluri nos conquistó con su cata sencilla en el porche de uno de los pabellones históricos y así muchos otros ejemplos.
Granja de Remelluri |
Sin embargo, hay bodegas que aun teniendo toda la
infraestructura necesaria a su alcance, no valoran como debieran el momento de
la cata de los vinos después de visitar todas sus instalaciones. Y la
importancia del recuerdo que cada uno de nosotros nos llevamos de ese momento
final… Así como lo imprescindible que es que quien guía la cata lo sienta, lo
disfrute y lo transmita…
Buenas tardes EZZM:
ResponderEliminarComo miembro del instituto que engloba asociaciones de Ingenieros de todo tipo (IIES) quisiera, sin ánimo de ofender, participar en su blog.
Leyendo el primer párrafo de esta entrada, me gustaría puntualizar (más bien opinar) sobre un aspecto de la nueva Ley de Servicios Profesionales a la que usted alude, actualmente un borrador, pero de plena actualidad. Me refiero al siguiente comentario:
"... aquello que se nos enseñaba en la Escuela de Arquitectura cuando empezábamos a descubrir y desarrollar Proyectos (algo que nunca han hecho otros profesionales con los que se nos quiere equiparar a los arquitectos, con la Nueva Ley de Servicios Profesionales- no podía no nombrarlo), sobre los espacios a los que “llegar”, los espacios de “estar- relacionarse” los espacios “de paso”, etc."
Creo que, desde ninguna asociación de ingenieros se ha pretendido invadir el tipo de trabajo al que usted se refiere. Simplemente se propone en dicha Ley que se formalice algo que es absolutamente legítimo. Creo que, como bien dice usted, los Arquitectos se pueden-deben encargar del diseño de "los espacios a los que “llegar”, los espacios de “estar- relacionarse” los espacios “de paso”, etc." pero entenderá del mismo modo que los ingenieros se puedan-deban dedicar igualmente a "aquello que se nos enseñaba en la Escuela de Ingeniería cuando empezábamos a descubrir y desarrollar Proyectos". Es decir, cálculo de estructuras, diseño y cálculo de instalaciones, etc... algo que creo, son especialistas de pleno derecho.
Los tiempos en los que la gallina de los huevos de oro (edificación) daba para todo y más, todos lo sentimos, pero se acabó hace tiempo. A día de hoy, hay muchos ingenieros (y arquitectos) trabajando en el extranjero por falta de oportunidades en nuestro país. Entenderá usted, que pretendan trabajar en su país, aunque sea de forma paupérrima y sobre todo bajo un paraguas de trabajo para el que están capacitados.
En la actualidad, los trabajos de ingeniería en edificación se subcontratan (en incontables ocasiones) desde estudios de arquitectura a ingenierías o profesionales especializados. Así, nuestra posición al respecto es clara. ¿Cual es la razón para no poder prestar esos servicios de pleno derecho?.
Pocos ingenieros pretenderán acceder al tema que usted alude (interiorismo, accesibilidad, decoración, elección de materiales o diseño de espacios), pero pocos arquitectos deberían oponerse al desarrollo profesional de pleno derecho de ramas de ingeniería especializadas. El cálculo de estructuras, el diseño industrial, las redes de telecomunicaciones, instalaciones, etc... de un edificio, está calculado por ingenieros. Por supuesto lucharemos por eliminar las competencias únicas en edificación y que cada sector trabaje, cobre y luche por su trabajo. Creemos además que es un ejercicio de responsabilidad ante la sociedad en general y nuestros asociados en particular. La estructura e instalaciones de Irius ha sido calculada por ingenieros y como tal, debería ser responsabilidad (y beneficio) de los mismos (realmente lo ha sido) y de la misma forma lucharemos por algo que consideramos exactamente igual: la edificación.
Sin ánimo de crear polémica, pero con la intención de evitar falsos "cotos de trabajo", huir de monopolios dignos de otras épocas e intentar dejar las cosas en su lugar, reciba un cordial saludo y enhorabuena por su blog.
Francisco Cobo
http://www.iies.es/
Hola Francisco,
EliminarEn primer lugar, debo decir que sus comentarios no ofenden sino que, en cambio, muestran abiertamente su opinión y abren un debate, y ambas cosas son de agradecer. Tengo que admitir, además, que en muchas de sus opiniones estoy completamente de acuerdo, por ejemplo, en que los tiempos de bonanza han pasado y tal como los hemos vivido no van a volver, y que cada profesional está en su derecho de defender su trabajo y sus oportunidades. Faltaría más.
También creo que esos tiempos de “la gallina de los huevos de oro” nos han traído, entre todo lo positivo que todos hemos disfrutado, algunas prácticas y formas de ejercer, al menos en arquitectura, que han devaluado nuestro prestigio profesional. La abundancia de proyectos, el importe de los mismos y la cantidad de técnicos en el mercado ha llevado a la situación de que se viese con normalidad la subcontratación de los aspectos más puramente técnicos del proyecto arquitectónico, quedando los arquitectos en el lugar del mero supervisor de todo ello, un error de fondo y de forma, bajo mi punto de vista.
Pero a pesar de lo anterior, no puedo estar de acuerdo con el borrador de la nueva ley, porque La Arquitectura, con mayúsculas, NO es lo mismo que la ingeniería, y el arquitecto NO es un decorador, ni un mero diseñador. El proyecto arquitectónico no es el “relleno” y “forrado” de una estructura que calcula un ingeniero.
La arquitectura, es el diseño conjunto de una estructura, sus envolventes, las instalaciones y los elementos que hacen de ello un todo con funcionalidad y sentido estético.
Pero, como he dicho antes, lo que se ha practicado en muchos casos en los últimos años no ha sido esto, sino un negocio efímero y tan poco sólido como la burbuja que lo ha sustentado.
Tengo que decir, además, que a pesar de no estar de acuerdo con la LSP, sí creo que una nueva definición de las responsabilidades en la edificación y una delimitación más acorde a la realidad de este sector es necesaria.
Admito, además, que el trabajo en equipo de arquitectos, aparejadores, ingenieros de todas las especialidades y otros profesionales es imprescindible para el desarrollo de la edificación y la construcción en general y, por suerte, esa ha sido mi manera de trabajar durante mi trayectoria profesional y espero que la legislación apoye estas formas de trabajo, en las que los verdaderos profesionales destaquen y puedan desarrollar sus habilidades, en lugar de enfrentar lo que es complementario.
De nuevo gracias por su aportación y un saludo.
Eva ZZM
A mi me encanto tu post de las bodegas de cata de vinos . Nosotros somos un país vinílicola
ResponderEliminarMuchos saludos
Buenas tardes Decora Adora,
EliminarGracias por el comentario, el vino y su cata es parte inseparable de nuestra cultura. Si queréis aportar otras ideas de espacios para la cata me encantaría conocerlas,
Un saludo