El pasado domingo, 11 de noviembre, creo que a nivel internacional, se celebraba el Día del Enoturismo, y eso es precisamente lo que hicimos para celebrarlo, Enoturismo en La Rioja, dónde mejor?
Hace ya tiempo publiqué un artículo sobre
la visita a CVNE, en Haro, una de las bodegas más históricas del Barrio de las
bodegas de la Capital del Rioja. Y si CVNE, es la Historia, por su tradición y
su relevancia en el pasado del Rioja, de la misma propiedad, Viña Real, es el
presente y yo diría que el Futuro de esta emblemática marca de Rioja.
La bodega, diseñada por el francés Philippe
Mazieres, es todo un emblema en las bodegas de reciente construcción, su forma
circular (“barrica” de más de 50 metros de diámetro) y su emplazamiento- en lo alto de una colina cercana a
Logroño-, son imágenes que han llenado publicaciones sobre el tema en los
últimos años. Por todo ello, era una visita que teníamos
pendiente y por la que teníamos mucho interés.
Imagen de la Web de la Bodega Viña Real |
El edificio en sí, tiene muchos puntos destacables,
que me gustaría nombrar, pero no puedo esperar para escribir sobre lo más
impactante, para mí, de todo el edificio: “los calados”. Y lo entrecomillo,
porque creo que llamar calados a dos túneles de 125 metros de longitud y 14
metros de diámetro, que se ejecutaron con la tuneladora del Metro de Bilbao, en
roca caliza, es pasarse de modestia… Si los abuelos de muchos de nosotros,
riojanos, que con sus manos y pequeñas herramientas construyeron sus bodegas
bajo las casas en los pueblos, entrasen hoy en estos túneles, cavernas, se caerían de
espaldas.
Una vez fuera de la colina- el cerro de la
Mesa-, la nave de elaboración circular,
sobre la nave de las barricas, está diseñada con detalle para que el
vino sea cuidado al máximo, sin bombeo de la uva o los caldos, que se
transportan mediante OVIs (también trabajaban con ellos y un gran puente grúa en Baigorri), con una grúa
sobre los depósitos dispuestos en círculos concéntricos.
Y el interior de la nave, que exteriormente
parece opaca como una barrica, es un gran “pozo de luz” que a través de un
lucernario circular central recoge esa luz cenital y la lleva hasta la nave de
barricas inferior, en la que descansan también ordenadas radialmente, las barricas
más nuevas de la bodega.
La geometría de la sala de barricas, con los pilares inclinados radialmente, la convierte en un espacio singular |
Detalle de los durmientes de la sala de barricas de hormigón, con apoyo de madera y grava |
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