Este verano en Cantabria, hemos decidido
separarnos un poco de la costa, y dejar atrás el mar y las maravillosas playas
cántabras para descubrir algo más del interior…
Y entre eucaliptales y prados verdes, hemos
conocido de cerca alguna de las nuevas bodegas de Cantabria, pequeñas y
artesanales bodegas que, y ahí está lo inesperado, peleando contra las
inclemencias del tiempo y lo abrupto de las viñas, consiguen una pequeña
producción de un increíble Albariño.
En el valle del Asón, descubrimos Bodegas Vidular, rodeado de un viñedo “vertical”
espectacular, y una familia volcada en el cultivo de la Vid y la consolidación de la vitivinicultura en Cantabria.
A juzgar por las cepas "silvestres" que uno se encuentra en cualquier rincón de estas montañas, la vid no es algo nuevo en estas tierras...
El "Cantabricus" es un vino muy equilibrado, muy recomendable que consiguen en Vidular. El microclima de este lugar parece ser lo que lo hace único en la costa cantábrica para conseguir estos vibrantes blancos.
Y en la junta de Voto, bodegas Nates, una
pequeña bodega también familiar, una mimada viña y unas cuidadas instalaciones
bien merecen la subida hasta la bodega…
El Albariño de Cantabria es un
descubrimiento de este verano, que gracias a las botellas que nos trajimos a
casa seguiremos disfrutando lo que queda de verano… Muy recomendable!
Vino a enfriar y… Pasad buen fin de semana!
Have a great weekend!
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