2013/01/14

BODEGAS Y SUS ESPACIOS PARA LA CATA

Alguna de las visitas a bodegas que hemos hecho últimamente, me han recordado aquello que se nos enseñaba en la Escuela de Arquitectura cuando empezábamos  a descubrir y desarrollar Proyectos (algo que nunca han hecho otros profesionales con los que se nos quiere equiparar a los arquitectos, con la Nueva Ley de Servicios Profesionales- no podía no nombrarlo), sobre los espacios a los que “llegar”, los espacios de “estar- relacionarse”  los espacios “de paso”, etc.

Sala de catas de la Bodega- Hotel de Rioja, Finca los Arandinos

Y es que los proyectos de grandes bodegas que, desde la concepción de su idea han sido proyectadas, no solo como centro de elaboración y conservación del vino, sino como verdaderos focos de enoturismo, sorprende la poca importancia que se da en ellos al espacio destinado precisamente al descubrimiento del mayor valor que deben atesorar, sus vinos.
Hay excepciones, algunas que ya he nombrado aquí antes:

La excepcional sala de catas de Bodegas Irius en Somontano, donde el blanco impoluto y continuo del Corian con que se construyó destaca como un fondo tecnológico y funcional.
La sala de catas de bodegas Baigorri, a una escala mucho menor, acogedora y recogida, dentro del tamaño imponente del resto de la edificación, con el telón de fondo de un ventanal a la Sierra Cantabria.


Baigorri: Sala de catas: “Porque la cultura enológica debe ser un Patrimonio compartido, la bodega pone a disposición esta sala, adaptada para cursos y catas profesionales. Foro de discusión, de avance, … de ciencia”.

El mirador sobre el impresionante viñedo de Bodegas Ysios, y la geometría que domina toda la edificación.


También hay bodegas en las que el encanto del lugar, el aroma de sus barricas, y el sencillo ambiente que rodea la cata, hacen innecesarias instalaciones más costosas y grandes emplazamientos:
Bodegas Santalba ofrece una cata íntima y familiar en la terraza de su comedor con vistas a la Rioja Alta, la Granja de Remelluri nos conquistó con su cata sencilla en el porche de uno de los pabellones históricos y así muchos otros ejemplos.


Granja de Remelluri


Sin embargo, hay bodegas que aun teniendo toda la infraestructura necesaria a su alcance, no valoran como debieran el momento de la cata de los vinos después de visitar todas sus instalaciones. Y la importancia del recuerdo que cada uno de nosotros nos llevamos de ese momento final… Así como lo imprescindible que es que quien guía la cata lo sienta, lo disfrute y lo transmita…