2012/10/04

ENOTURISMO EN RIBERA DEL DUERO: BODEGAS PORTIA.

Imagen de la Web de PORTIA


La séptima bodega creada por el Grupo Faustino lleva el nombre de la Séptima luna del planeta Urano, PORTIA.
Casualmente, en las mismas fechas que el presidente del Grupo Faustino, Faustino Martínez, recibía en La Rioja el premio de Ilustre de Rioja, yo visité la bodega que este grupo inauguró hace ya 3 años en la localidad burgalesa de Gumiel de Izán.
Aunque, en principio, me repela ese  “fulgor” con el que se anuncian este tipo de  macro- bodegas- obra de arquitectos mediáticos- he de reconocer que son centros de gran atracción turística y, además, son proyectos muy provocativos que antes o después uno quiere conocer en persona.
Así, con el reclamo de la firma de Sir Norman Foster en medio de la Ribera burgalesa, y de las imágenes que le preceden, más que sugerentes, mi última experiencia de enoturismo fue bodegas Portia.

 
Del proyecto, en trazos generales, me gustaría destacar varios puntos básicos de su concepción, que lo distinguen de otras bodegas.

La distribución funcional de forma “radial”, como “pétalos de flor” que tienen un mismo centro, desde el que se puede controlar las distintas fases de elaboración y envasado del vino.
 Croquis de Sir Norman Foster, vía Bodegas Portia.
La distribución en niveles en función de los procesos de vinificación, pero también, en función de los vehículos que llegan con uva o salen con vino de una bodega y la circulación ordenada de los mismos.

La referencia siempre presente desde el interior de la bodega, del nivel de suelo en el exterior, mediante unos policarbonatos coloreados que permiten la entrada de luz natural a nivel de suelo y marcan el desnivel interior- exterior en todas las áreas del interior.
 
 Imagen de la web de Bodegas Portia
La construcción del edificio, se llevó a cabo en torno a varios materiales, el hormigón, muy presente en las naves de vinificación en forma de grandes y estéticos pórticos repetitivos; el acero, no sólo en los depósitos, también en revestimientos de acero inoxidable y en las enormes puertas que cierran las zonas de trabajo, también en acero corten. La madera, presente en varios revestimientos y en barricas y botelleros.
 
Destacable, el botellero, diseño exclusivo para esta bodega de Foster, del que no pude sacar fotografías puesto que no está permitido fotografiar el interior de la bodega en la visita. Consiste en unos paneles totalmente verticales de madera de roble, soportados por una estructura auxiliar de acero, anclada mediante tacos y placas al suelo, por tanto inmóviles. La parte más positiva de este “botellero”, una imagen sugerente y abstracta de “paneles de botellas flotantes” en planos verticales, cuyas botellas se soportan por el cuello por su propio peso y que, además, pueden verse una por una por ambos lados (corcho registrable). En la parte más negativa, la difícil accesibilidad para el trabajo en estos elementos estáticos y de grandes dimensiones, la falta de funcionalidad, ahí es nada… Por lo que son elementos decorativos únicamente, en el que se colocan los vinos de autor y todo el resto en jaulones, igual que en cualquier otra bodega.
 
Os preguntaréis, y los vinos?
EBEIA, según nos dijeron en bodega, colina en Latín, es uno de los vinos que pudimos comprar, pero sin duda me quedo con el vino de autor TRIENNIA, de cuya presentación podré comentaros más en otro artículo.


 

La vendimia ya está aquí, así que crucemos los dedos para que esta sea una añada EXCELENTE!!!

2 comentarios:

  1. Me gusta tu blog, me gusta la arquitectura y soy un apasionado del vino. He decido linckarlo en mi blog Enoturismo 2.0. Te felicito, estamos enredados.

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  2. Gracias Carles, encantada de que te guste, son temas que me apasionan sobre los que no me canso de aprender... Perfecto que podamos compartir también sobre enoturismo, un saludo!

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