Con la llegada del primer fin de semana soleado y “templadito”
a La Rioja, hemos disfrutado de dos días de aire libre y pies sobre la hierba,
al fin! Y en mi caso, hemos aprovechado para disfrutar, en uno de nuestros
rincones favoritos en este tiempo, con el que fue mi regalo del día de la madre (si, a estas
alturas) de este año…
Un buen Rioja, con una etiqueta especialmente dedicada a
mi madre. Las etiquetas de vino y los packaging personalizados ofrecen muchísimas posibilidades para regalos y detalles varios, el diseño está siempre presente en todo lo que rodea el vino...
Este año, mi regalo fueron un recuerdo- una foto que me
encanta-, un poemilla en la etiqueta y además, un vino para brindar juntas, tres
en uno… Y antes de vaciar la botella le hice estas fotos que hoy publico aquí para que el recuerdo
dure aún más que nuestra memoria del vino…
El miércoles, un respiro: Wednesday Indulgence, preparo una vuelta a Suiza, que me apasiona, pero esta vez a través de un vino... Hasta entonces,
Que tengáis una gran semana!